martes, 21 de noviembre de 2017

Coldplay llenó mi cabeza de sueños.



HABLEMOS DE LA NOCHE DEL AÑO (ah la objetividad ante todo). Apenas pasó una semana y a las casi cien mil personas que pudimos asistir al show de Coldplay en el Estadio Único de La Plata aún nos queda la emoción de haber vivido un concierto increíble. Y no es para menos. La banda británica cerró su gira A head full of dreams tour, en el mismo lugar donde la comenzó: mi Buenos Aires querido.



Ya desde el anuncio de su regreso a la Argentina y a latinoamerica luego de haber pasado sólo un año desde la última vez que vinieron ( como ya dije para abrir el tour), se sabia que iba a ser un evento épico. Las entradas salieron a la venta el 10 de Julio, y se agotaron en cuestión de horas - con un descarado accionar de la reventa, muy poco seria la empresa allaccess pero en fin, no nos vamos a amargar- y eso que el concierto era en Noviembre. Conseguir entradas fue una tarea titánica y básicamente nos salió de suerte. Desde ese momento vengo manejando una ansiedad desmedida en comparación con mis estándares usuales.


La noche anterior ya prácticamente dormí mal. Estaba anunciado lluvia y ya me estaba preocupando. Tomamos el micro en el obelisco con un calor agobiante. no entiendo porque hizo un clima normal toda la semana y cuando tenes algo importante que hacer se te vienen lo 33 grados repugnantemente húmedos de Buenos Aires encima, con tormenta y todo. Nos nos importo. Ni la lluvia torrencial, ni el calor molesto, ni luego el frío que te calaba, ni siquiera el granizo que nos cagó a cascotazos justo antes de entrar. No nos importó nada.


Nada más entrar al estadio la lluvia mermó. El viento hizo lo suyo y hasta por momentos el cielo se llenó de estrellas. Nuestra emoción opacó cualquier factor climático. Es como dice la letra de Paradise: So lying underneath those stormy skies, she ´d say ohh i know the sun must set to rise, this could be paradise.


Honestamente, me encantaría poder poner en palabras de manera apropiada todo lo que sentí y hacer un resumen coherente. Pero se escapa a mis habilidades. La banda tiró la casa por la ventana. Serpentina, fuegos artificiales, tres escenarios, pulseras de colores para el publico que cambiaban de color al ritmo de la música, las pantallas estaban increíbles. Se lucieron con dos horas y media ininterrumpidas de show dando el cien por cien y con el corazón, donde sonaron sus canciones mas clásicas ( Yellow, the scientist, clocks) hasta los mas recientes como hymn for the weekend. Incluso crearon un tema inédito dedicado a nuestro país e hicieron un cover de musica ligera en honor a Soda Stereo


Todavía veo los videos que precariamente filmé- ya que no me quedé quieta, porque pienso que lo importante es vivirlo en directo y no a través del celular- y me emociono. Pero no al punto cholulo de las cosas, sino que cada canción me emociona por que me recuerda a algún momento puntual de mi vida donde la escuché. Que me hizo sentir especial y que se grabó en mi memoria. No hace falta explicarlo. Cuando escuchas una melodía y se te eriza la piel sabes que estas frente a algo único, excepcional.


Resulta increíble como un grupo de personas que ni siquiera sabe que existo, que viven en la otra punta del planeta, que hablan otro idioma y tienen otra vida, me generen tanta alegría. Literalmente tengo un tema de Coldplay para cada momento de mi vida. Trasmiten felicidad y pasión, porque es con pasión con la que enfrentan cada canción, cada concierto. A head full of dreams tour fue una gira llena de color y positivismo, que Cris no dejó de reflejar en todo momento, donde lo central es el amor. Inspiraron a mas de cinco millones de personas al rededor de todo el mundo. Porque la música es magia. Une a las personas mas distintas. No conoce de fronteras, ni de idiomas, ni de clases sociales. No creo que exista persona en el mundo a la que no le guste la música.


Para cerrar y pasar en limpio lo que me dejó en claro esta experiencia: voy a volver a cuantos recitales hagan en mi ciudad. Creer en los sueños y cultivarlos es la clave de una vida feliz. Nunca hay que darse por vencido con respecto a lo que uno ama. Nunca. Y lo mas importante, sin importar en la rama en la que te desarrolles, inevitablemente el arte estará involucrado. Desde la música que escuchas para trabajar, hasta los cuadros que cuelgues en tu consultorio o el fondo de pantalla de tu computadora. El arte y la creatividad siempre están presentes para hacer nuestras vidas mas luminosas. El arte es inevitable, y los artistas, músicos y escritores son milagros que hay que apreciar y disfrutar.


Por siempre gracias Coldplay por tanto amor!