Este trhiller se convirtió en Best seller y cosechó una gran popularidad entre los amantes del género que lo convirtieron en un clásico. Casi todo el mundo que disfruta de la literatura lo conoce o lo ha oído nombrar.
La historia gira al rededor de Ricky Starks, un psicoanalista neoyorquino que atraviesa su viudez alejado de la vida social y de su familia, de la cual tiene pocas o nulas noticias. Su mundo gira en torno a su consulta, donde atiende a pacientes de una estatus social medio, sin grandes complicaciones. Su rutina es completamente sistemática, constante y sin matices de novedad alguna. Ricky se refugia en el letargo de la cotidianidad.
Hasta que un día- el de su cumpleaños- recibe una carta en su consulta, donde un extraño anónimo le desafía a que en el transcurso de quince dìas, adivine su identidad. Pasado el plazo y si Ricky no descubre el nombre de quien se hace llamar Rumpelstiltskin, tendrá dos opciones: o se suicida, o será testigo de la muerte de uno de sus familiares.
A partir de ese momento, la vida del Doctor Starks se torna totalmente caótica. Preso del pánico y la desesperación, Ricky se verá arrastrado por la fuerza a participar de un juego macabro, diseñado para arruinarle la vida y finalmente acabar con él. En el camino aparecerán personajes tan cínicos como el mismo Señor R, dispuestos a entregarle pistas y, al mismo tiempo, ponerle mas trampas en su odisea. Ricky deberá decidir si es capaz de abandonar su conducta rutinaria y predecible, y cruzar un límite del que no se creía capaz con tal de sobrevivir.
La novela es completamente atrapante desde el inicio. Maneja de una manera magistral el suspenso y el análisis psicológico, lo que la vuelve única. Durante toda la lectura, uno no puede imaginarse qué podrá llegar a ocurrir. Expone de lo que son capaces las personas al obedecer su instinto más primario: el de autopreservacion. Qué está dispuesto a hacer un hombre cuando se lo lleva al límite.
Llegué a este libro luego de leer la obra más nueva de John Katzenbach, Personas Desconocidas. Este libro me gustó y me dejó con ganas de conocer más sobre el autor. Ya conocía El Psicoanalista desde hacía tiempo. La portada con los ojos desquiciados estaba en todas las librerías. Siempre lo esquivé, no se porqué. Creo que porque temía que fuera aterrador. Pero finalmente, un sábado estaba caminando por Morón, cuando vi a un vendedor ambulante que lo vendía a un precio imposible de superar y fue amor a primera oferta. Sin duda alguna una muy buena inversión....
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