Las características básicas de este género, que difiere del policial tradicional, es que el protagonista no es un detective o policía, sino una persona común y corriente por así decirlo -podría ser una ama de casa o un oficinista- que lleva una vida tranquila y normal, hasta que un evento de índole criminal lo involucra en una situación extraordinaria.
Buenos ejemplos de este género son El Psicoanalista de John Katzenbach, o Un Crimen Dormido de Agatha Christie, cuya reseña es la última que se publicó en este blog. Pero uno de los ejemplos que mejor podría ilustrar un Domestic Noir en la actualidad, es La Chica del Tren, de Paula Hawkins. Este libro fue publicado no hace mucho - 13 de Enero de 2015- y llevado a la pantalla grande en 2016.
La novela está protagonizada por Rachel, una mujer alcohólica que lo ha perdido todo. Tenia un matrimonio aparentemente perfecto y una casa en los suburbios, pero todo se derrumbo a partir de su imposibilidad de concebir. Rachel se entrega al alcohol y tiene episodios de amnesia donde se vuelve agresiva. Esto destruye su matrimonio y Tom, su esposo, la abandona por su amante quien rápidamente queda embarazada.
Todo esto supone el colapso de Rachel, que se ve obligada a abandonar su casa - ya que su marido compro su parte- y a vivir con su amiga Cathy hasta poder estabilizarse.
Todos los días, Rachel toma el tren hacia Londres. Dentro de su monótona vida, su único momento de interés durante el día es cuando el tren se detiene unos momentos en lo que era su antiguo barrio. Desde allí puede observar el día a día de una pareja vecina de Tom que ella considera perfecta. Tal es su obsesión que hasta inventa nombres y profesiones ficticias que cree ellos podrían tener. A diario, espiar a esta pareja y especular sobre sus vidas es lo único que le da sentido a la suya.
La vuelta de rosca inicia cuando, uno de esos días, Rachel es testigo de un acontecimiento inquietante en la casa de su "pareja perfecta" y el episodio no se va de su mente durante todo el día. Frustrada y con mucha incertidumbre recurre a su refugio habitual: el alcohol. A la mañana siguiente, despierta en la casa de su amiga, golpeada, sucia y con una terrible resaca. Hasta ahí pareciera una borrachera como tantas otras, hasta que enciende el televisor y el noticiero informa que Megan Hipwell - la mujer que ella ve a diario desde el tren- está desaparecida. Inmediatamente, Rachel tiene la sensación de que tuvo algo que ver con todo el episodio, pero no logra recordar nada de lo que pudo o cree que pudo haber pasado.
La duda se transforma en una nueva obsesion y Rachel comienza una investigación paralela para averiguar que fue lo que paso con Megan. En principio es una tarea difícil, ya que no recuerda nada y la policía desestima los dichos de una borracha. Pero nada de esto la detendrá hasta llegar a la verdad.
La novela es super llevadera y el final tiene un giro de 180º muy bueno. En 2016 se estrenó la adaptación cinematográfica con Emily Blunt como Rachel y un buen elenco.La recomendación fundamental es leer el libro antes de ver la peli porque es mucho mejor la interpretación. Como siempre.
Si este 2018 se quiere estar a la moda editorial, este libro es una excelente opción para comenzar a conocer el género Criminal Noir.
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